Visita al cementerio

-He cumplido mi promesa, Yukito... Dije que no lloraría si venía a verte alguna vez...- dijo la chica mientras ponía las rosas rojas en el florero frente a la lápida de su amigo. Unos ojos algo enrojecidos y sus mejillas encendidas la delataban con querer llorar, aunque ella se negaba rotundamente. -Bien, mis padres se marcharon... Creo que no los veré en un largo tiempo... Ya iniciarán las clases y estoy algo nerviosa... Se te extraña mucho, Yuki... Desearía que no te hubieras marchado tan pronto... Pero, eso es inevitable... Lamento ser algo fría... Aunque sé que a tí no te gustaría verme así... Haré lo posible por venir a verte, ne?...Ya debo marcharme... Vendré pronto... Es una promesa...- Luego de limpiar un poco la tumba de su amigo, la chica se despidió de él y luego comenzó a caminar lentamente hasta la casa que, hasta hace un tiempo, compartía con la persona a quien habían enterrado en aquiel lugar.