Tomando Un Respiro

Cuando llegaron al Centro Comercial, la mirada de Shana dio la vuelta al lugar, buscando quién sabe qué.

-Bueno... Creo que había un bar con karaoke por este lugar... Tal vez si vamos allá? Un poco de música no viene nada mal...-

Le dijo a Shin en un tono demasiado desanimado, tratando de encontrar palabras para contarle acerca de la llamada que su padre le habia hecho en aquel lugar.

-Etto... Shin... Quiero contarte algo... Lo que pasa... Es que... Creo que alguien se equivocó al enviarme a Shiro... Mi padre tiene algo que ver con todo eso...- Tomó un respiro y suspiró, deprimida: -Somos incompatibles... Ni idea por qué él permanece conmigo... Pero ahora que lo pienso, no quiero que se lo lleven...-

Escuchó atento atentamente las palabras de Shana y se dio cuenta de que aquello era una situación un tanto difícil pero, por como veía las cosas con Shana y Katsushiro, lo de ser incompatibles en realidad no le parecía del todo problematico.

-Si no quieres que se lo lleven entonces pon todo tu empeño en ello, lucha toco cuanto puedas porque... al menos lo que tu y Katsushiro tienen es algo bueno, además, no creo que seas la única que se sentiría mal si lo enviaran lejos, sé que tienen sus discusiones pero, aun así, para él eres importante, tan importante como lo es él para ti- contestó luego de meditarlo un poco, era lo mejor que se le ocurría, además, sonrió lo mejor que pudo para aquella persona que consideraba su amiga.

-De verdad, pienso que vale la pena que luches... tu caso sí tiene solución- insistió, porque ya había aceptado que su caso con Kumiko no tenía remedio alguno. -Sobre lo del Karaoke... esta bien, puede ser divertido- agregó sonriendo un tanto más. -Cuando lleguemos ahí... a mi también me gustaría contarte algo- dijo, decidiendo aquello, pensando en que a lo mejor existía la posibilidad de que con Shana su pudiese hablar de lo que recientemente le había pasado con su Sacrifice.

Luego de escuchar las palabras de Shin, sintió que él tenía razón... Habia que luchar por lo que ella creía y no dejarse caer...Aunque el asunto sería mas complicado de hablar con su sacrifice...

-Mattaku!-

Se llevó una mano al gorro del polerón buscando su billetera... De pronto se había acordado de ese detallito y además de que... IBA MOJADA HASTA EL CUELLO...

-Ne, Shin... Puedo pedirte un favor? No te molestaría ir de compras conmigo? Necesito algo de ropa seca y sería tonto que volviera a casa si puedo conseguir algo aquí, no?-

Sonrió levemente, necesitaba tambien comprar un chip para su celular y pues esa era la ocasion de hacerlo. Sin dejar de mirar hacia el local de karaoke, se percató de que allí en el ventanal habia un letrero que indicaba que habría un concurso de karaoke en una hora mas.

-Será divertido...-

-¿Eh? Claro que no, igual necesito un cambio, tu no deberías estar andando mojada y yo no debería ir por ahí manchado con sangre- contestó, diciendo lo último en voz baja.

Además, sospechaba que ir de compras con Shana sería divertido, y necesitaba urgentemente distraerse y divertirse desde luego que lo necesitaba.

-Pues bien, no perdamos más tiempo... Quiero llegar puntual a ese concurso!-

Shana sonrió y comenzó a caminar lentamente, aun se preguntaba cómo hablar con Katsushiro por lo de aquel problema y lo de Shin le intrigaba también.

-Agh... Con lo de qué elegir tendré problemas... Kami~sama...-

Mientras caminaba, iba pendiente de mirar todas las vitrinas posibles para encontrar alguna tienda que le interesara.

Se sintió contagiado por el buen animo repentino de su acompañante, sonrió levemente mientras caminaba a su lado, en definitiva, pasar un rato con ella le hacía olvidarse de los problemas. Además, al igual que ella, estaba buscando alguna vitrina con algo que llamara su atención hasta que...

-Ne, mira, Koneko-chan, kawaii- exclamó mirando en la vitrina de una tienda de mascotas un pequeño gatito blanco con manchas amarillo naranjas y grises, corrió hasta la vitrina y comenzó a mirar al animalito con expresión aniñada, se perdió contemplando al gatito que también lo observaba con sus ojos color oro, se estaba comportando como niño pequeño pero no le importaba, o al menos no en ese momento.

-Lo quiero- musitó infantilmente moviendo su mano lesionada frente a los ojos del gatito que no hacía más que seguir el movimiento de la mano de Shin.

Luego de que Shin se parara frente a la vitrina de la tienda de mascotas, ella también se acercó; era inevitable mirar esos ojitos dorados del gatito que estaba frente a ellos. Después de escuchar las enternecedoras palabras de Shin, ella dijo con expresión decidida:

-Matte kure... Ittekimasu...-

Entró a la tienda y habló con el dependiente, luego de un rato salió triunfante con el pequeño gatito en una jaula para que no se alterara con la gente alrededor y huyera.

-Ne, aquí tienes! Neko no Kawaii, hontou ni desuka?-

Miró la expresión infantil de Shin y le dieron ganas de abrazarlo, el chico era igual que un pequeño niño y le recordaba a su hermana menor.

Recibió al gatito en su jaula de manos de Shana y la mirada se le iluminó de verdad, era lo mejor que alguien había hecho por él en los últimos 2 años, y de verdad estaba agradecido con la chica por ello.

-Domo Arigatou Shana- agradeció sinceramente, sonriéndole ampliamente y sacando al gatito de la jaula unos momentos tan solo para poder acariciarlo y... -Oh, es hembra... entonces será Cherry-chan- dijo luego de su pequeño descubrimiento, acarició un poco a su nueva mascota, recientemente bautizada con el primer nombre que se le vino a la mente y después dejó a la gatita de nuevo en su jaula.

-Gracias, de verdad, te lo compensaré en cuanto pueda, así que si quieres algo, solo dímelo- tal vez fuera una pequeñez pero, sin duda alguna, había ayudado en gran manera a mejorar sus ánimos, y todo se lo debía a Shana, de verdad que era una buena amiga -Ahora si, vayamos de compras- agregó, re-emprendiendo la marcha sin poder evitar dejar de sonreír.

Spoiler:

-Está bien... No te preocupes, sólo quiero seguir viendo esa cara sonriente más seguido, si?-

Dijo ella con una cálida sonrisa, ese gesto era un agradecimiento de su parte por él gastar su tiempo en escucharla... El chico era muy agradable y ella lo veía como un buen amigo. Mientras seguían caminando, pensó en llevarle algo a su Sacrifice pero no sabía exactamente qué.

-Hum... Nunca me dí el tiempo de preguntarle...-

Luego, su mirada se fijó en un lindo vestido de color negro y violeta, atrás de ese había uno similar pero combinado con rojo... Se quedó pensando un minuto y murmuró:

-No sé si sea el adecuado... Tal vez deba seguir buscando...-

Inevitablemente aquello le había hecho sonrojar, apenado como estaba solo atino a asentir con la cabeza, dándose cuenta de que cada vez se estaba comportando como solía hacerlo 2 años atrás, antes de que su mundo colapsara y optara por cerrarse al universo y plantarle cara fríamente.

-Vale, lo intentaré-

Contestó al fin, después de eso, mientras que él se perdía en mirar de vez en cuando a su gatita, noto que Shana igual se perdía, solo que pensando, hasta que al fin, notó que ella miraba un par de vestidos con cierta indecisión, miró hacia esa vitrina y también vio algo que le llamó la atención.

-Veamos ambos-

Dijo a Shana, tomándola por un brazo y jalándola hacia interior de la tienda, quería corresponder el gesto que ella había tenido con él, así que estaba decidido a que su amiga saliera de esa tienda con una gran sonrisa.

Luego de que Shin la metiera casi a rastras dentro de la tienda, Shana fue directamente a ver los vestidos que le habian dejado indecisa, junto a aquellos habian muchos otros de similares características, muy hermosos.

-Kya... Detesto cuando no puedo decidirme en cosas pequeñas... Qué mal! Pero debo escoger uno o me congelaré con esta ropa húmeda...-

Pensó mientras iba hacia el mostrador a preguntarle a la encargada si le podría pasar aquellos dos vestidos que había visto. Se ató el pelo con una cinta que siempre llevaba en su muñeca izquierda junto al reloj para cubrir el nombre grabado en ella y cuando la dependiente le entregó lo que ella había solicitado, fue a probárselos.

-Y bien? Qué dices?-

Le preguntó a Shin luego de probarse el primero, estaba segura de que sin un apoyo no sería tan fácil comprar y menos decidirse.

Spoiler:

Luego, tomó otro que estaba cerca de los probadores y antes de que Shin dijera nada, fue a probarselo.

Spoiler:

Se distrajo en cuanto Shana fue hacia los probadores, mientras tanto, él estaba viendo algo más que llamara su atención, entonces sus ojos se posaron en un juego conformado por una boina y unos guantes rojos, tal vez el rojo no fuera de sus colores favoritos pero, sin duda alguna, ambas cosas le gustaban. Tomo la boina y se la puso, realmente era cómoda y tapaba el cierto detalle de que ya no poseyera orejas de Neko, definitivamente, se compraría ambas cosas, porque los guantes eran de tela suave y por el momento podrían ser de ayuda para cubrir su mano lesionada; en eso estaba cuando escuchó la voz de Shana llamarlo, se dio la vuelta para verla, realmente lucía muy bien, aunque no le dio tiempo de decírselo porque ella ya se había ido a probarse el otro vestido.

-Creo que ambos te quedarán muy bien-

Opinó acercándose a una distancia prudente de los probadores de damas.

-Vuelvo en un momento, yo también necesito buscar algo-

Avisó, porque al estar cerca de los probadores había mirado en un espejo que incluso su sudadera tenía manchas rojas producto de su pequeño "accidente" así que con la misma se alejó de ahí llevando la boina y los guantes que ya había escogido en una mano mientras con la otra sostenía la jaula de su gatita.

Mientras se probaba el otro vestido, escuchó la voz de Shin diciéndole que iría a buscar algo luego de opinar acerca de los vestidos... La verdad, el chico era una buena persona, además estaba gastando su tiempo con ella ahí en el centro comercial.

-Hmmm... No es momento para pensar... No es bueno deprimirse y sumirse en tonterías...-

Se terminó de poner el otro vestido y se miró en el espejo del pequeño cubículo del probador... Se veía demasiado diferente, muy... Pequeña... Como cuando estaba con su antiguo Sacrifice.

-No, ya no está... Está muerto y ahora está Katsushiro y debes preocuparte por él y nada más...-

Pensó decidida a decirle a su Sacrifice qué era lo que pasaba con ella, sin guardarse ningún detalle acerca de lo que su padre había dicho. Se miró al espejo una vez más y se cambió el vestido por la ropa humeda que traía para ir a pagar lo que compraría, aunque ahora sólo quedaba comprar algunos accesorios y ya. Salió de los probadores, tratando de ver a Shin para preguntarle si podría ayudarlo con lo que él andaba buscando.

-Quizás tendría que ver con su ropa ensangrentada... Bueno... Iré a ver algo más para comprar y a lo mejor encontrar a Shin-

Murmuró para sí misma al buscar los accesorios que necesitaba, casi todo lo que llevaba tendría negro con rojo o violeta, los colores que usualmente llevaba. Tras un corto rato, Shana divisó a Shin y se acercó a él.

-Todo bien?-

-¿Eh?-

Como estaba distraído no notó el momento en que Shana le había dado alcance, se volvió hacia ella, y asintió con la cabeza, después de un muy breve rato de búsqueda, por fin había encontrado algo a su gusto, tomando en cuenta el fresco que comenzaba a hacer, escogió un suéter de cuello de tortuga gris, al principio no tenía intención de tomarlo pero, mientras estaba distraído, había notado con cierto pesar un par de visibles marcas en su cuello, se sonrojó al recordar cómo pudieron llegar dichas marcas y precisamente por ello tomó el suéter gris, también una gabardina negra y finalmente unos pantalones de vestir del mismo color, además de la boina roja y los guantes a juego. (Es la ropa que aparece en mi firma)

-Si, todo bien, encontré algo a mi gusto ¿Que tal tú?-

Dijo, aunque luego de unos instantes notó ese pequeño deje de tristeza en Shana y se sintió mal por ello.

-Tal vez yo no sea muy positivo pero, ya verás que si le pones mucho empeño todo saldrá bien-

Ánimo, sonriendo lo mejor que pudo para Shana, porque sonreír después de notar las marcas en su cuello y recordar lo que esa mañana había pasado, causó que sus ánimos mermaran.

Shana meditó un momento lo que el chico le había dicho, tenía razón ya que lo que le preocupaba era una tontería y hacer una tormenta en un vaso de agua no le ayudaría, sino que todo lo contrario.

-Etto... Creo que ya estaré lista...-

Sonrió mientras dirigía su mirada y sus pasos hacia uno de los accesorios que andaba buscando: unas botas acordonadas de color negro; ahora ya sólo faltaban unas medias que hicieran juego con los vestidos y un abrigo para el frío que empezaría a hacer. Tomó las botas, que justamente eran de su talla y se volvió hacia Shin, al verlo tratar de sonreír ella recordó a su hermana, e involuntariamente se acercó más a él y se levantó de puntillas para revolverle el cabello de una manera suave y cálida al igual que la sonrisa que se notaba en su rostro.

-Ne, sabes? Pensé que nos llevaríamos más mal... Pero ahora estoy segura de que eres una gran persona y que sería genial ser tu amiga...-

El chico necesitaba más que ella una subida de ánimos, así que luego de un pequeño lapso de segundos, ella soltó:

-Te gustan los helados? Podríamos ir por uno después de esto, no crees?-

Luego de eso, se dirigió un poco más lejos de Shin, al ver en dónde podía escoger lo que le faltaba. Tomó unas medias de color negro y revisó rápidamente un abrigo del mismo color, llevándoselas y después caminó hacia la caja para pagar todo, estaba decidida a terminar lo más pronto posible para poder idear algo que le subiera el ánimo a Shin.

Se sonrojó cuando Shana revolvió su cabello y apartó la mirada de ella, algo apenado por todo aquello pero, cuando quiso replicar por ello, se dio cuenta de que Shana ya se había alejado. Tomó un par de zapatos negros que hacían juego con el resto de la ropa que había escogido y luego se las arregló para llevar todo eso en una mano mientras que con la otra levantó la jaula donde "Cherry" se encontraba y fue a alcanzar a Shana en la caja.

-Si, me gustan los helados-

Contestó, dejó sus cosas en la caja y rebuscó en los bolsillos de sus jeans por su billetera, de la cual sacó una tarjeta que no dudo en darle a la dependienta de la tienda.

-Cobre todo junto-

Dijo, señalando la ropa que Shana había escogido y la propia, mientras les cobraban y arreglaban sus compras, Shin recordó lo que su acompañante había dicho sobre él momentos atrás.

-Por lo que dijiste... gracias, a mi también me gustaría que fuéramos amigos-

Sonrió levemente y miró de reojo a Shana, tomó su tarjeta, la guardó en su billetera y después devolvió esta al bolsillo trasero de sus jeans, luego continuó esperando por sus compras.

Shana no alcanzó a darle su tarjeta a la dependienta cuando Shin se le adelantó para pagar.

-Espera...- Era tarde, ya se había cobrado. -Ya no...-

Tomó lo que había comprado y miró a Shin, no le gustaba que gastaran en ella así como así, eso tendría que devolverlo.

-Ne, me dejarás pagar a mí la próxima vez...-

Esperó a que terminaran de pasarle las compras a Shin para después salir de nuevo hacia el gran pasillo del centro comercial, pero antes pensó en ir a cambiarse ropa para quitarse de una buena vez la humedad de lo que llevaba puesto, de seguro también Shin quería hacer lo mismo para no atraer tantas miradas debido a su ropa ensangrentada. Se encaminó hacia los baños del lugar para poder cambiarse, mientras sonreía abiertamente hacia Shin.

-Vale, es un trató-

Contestó sonriendo levemente mientras caminaba al lado de Shana con sus paquetes y la jaula con su nueva mascota viendo el rumbo que ambos tomaban, agradeciendo mentalmente a Shana por ir hacia los baños, la verdad era que quería cambiarse pronto porque ya se estaba sintiendo muy incomodo con las miradas extrañas que la gente le dirigía.

-Cambiémonos de una vez o tu pescarás un resfriado y a mi probablemente los de seguridad comiencen a acosarme-

Dijo, sonriendo algo nervioso por las insistentes miradas que dirigían a ambos, a la chica mojada y al chico con la ropa ensangrentada. Apuró el paso hasta el baño para caballeros y al llegar a la entrada miró de reojo a Shana.

-Nos veremos aquí afuera en cuanto estemos listos-

-Está bien...-

Sonrió, la gente aún la seguía mirando cuando observaba a Shin entrar al baño de hombres y eso la hacía sentirse incómoda. Al ver que el chico ya había desaparecido en el interior, Shana decidió entrar al baño de las damas rápidamente y sin mirar a nadie para no atraer más miradas.

-Bueno, ya estoy aquí así que adiós miradas curiosas!-

Pensó mientras entraba en un cubículo vacío; Acto seguido, sacó la ropa nueva y comenzó a cambiarse rápidamente para salir luego de ahí. Al estar lista, guardó todo lo que traía en los bolsillos en el abrigo que había comprado, salió del cubículo y se acercó a un espejo para peinarse un poco; después, salió de los baños y trató de divisar a Shin, parecía que aún no había salido.

Después de dejar a Shana fuera y entrar al baño de hombres, caminó un tanto apurado hasta el primer cubículo vacío a su alcance, estaba por demás incómodo puesto que al entrar las personas en el baño hicieron lo mismo que los demás en el centro comercial: mirarlo extraño.

-Al menos después de esto deberían de dejarme estar-

Pensó comenzando a cambiarse, aunque le costó algo de trabajo puesto que su mano dificultaba las cosas, aun así puso todo su empeño en cambiarse a prisa, una vez listo pasó su celular, si billetera y sus llaves a los bolsillos de su gabardina y su otra ropa a la bolsa en donde estaban antes las recién compradas, una vez con todo listo, salió del cubículo donde se había encerrado y se acercó al lavabo, la gente aun lo miraba y por eso quería salirse rápido de ahí; se peinó con cuidado con las manos y se colocó la boina roja que se había comprado y luego los guantes, al menos con eso ya no se veía su mano lesionada. Tomó sus bolsas y la jaula con su mascota y salió casi corriendo topándose con que Shana ya estaba fuera, aparentemente buscándolo; caminó hasta ella y se detuvo.

-Lamento si te hice esperar... ya estoy listo-

-No te preocupes, ya por lo menos las miradas no son tan fijas-

Respondió con una sonrisa incómoda, al parecer su traje llamaba la atención pero no tanto como hace un rato.

-Bien, Vamos por esos helados!-

Comenzó a caminar rumbo a la terraza de comidas para ir al local de los helados que a ella le gustaban, quería poner algún tema de conversación para no moverse en silencio durante el trayecto pero aún no sabía que o por dónde empezar.

-Hummm... Bien...-

-Bien... ¿Cuál sabor es tu favorito?-

Más que nada, hizo aquella pregunta notando que Shana parecía buscar algo que decir para que no estuvieran en silencio, así pues, dijo lo primero que se le ocurrió.

Al oir la pregunta de Shin, ella suspiró como aliviada en parte porque pensaba que si le preguntaba alguna cosa que no debía sería muy incómodo estar en esa situación para él, así que pensó un momento y respondió:

-Hmmm... Me gusta la piña y el chocolate, aunque si escojo entre ambos, me quedo con el segundo... ¿Y a tí?-

Le preguntó con una sonrisa mientras lo miraba atentamente, parece que algo le incomodaba.

-Estás bien? Te noto preocupado...-

-El chocolate esta bien, aunque también me gusta el helado de cereza-

Contestó sonriendo levemente, sonrisa que se borró de su rostro en cuanto a Shana se le ocurrió preguntar lo otro.

-Creo que me metí en un lío bastante grande con Kumiko... yo... yo... casi le quito sus orejas-

Conforme hablaba, su voz se iba convirtiendo en no más que un murmullo mientras que sus mejillas se tornaban rojas, cada vez más, hasta el grado de hacer perfecto juego con su boina y sus guantes. Pensó de nuevo a fondo en su situación con Kumiko, algo en su interior le dijo que había algo que no andaba del todo bien, fue como si en el fondo le estuvieran avisando que la perdería sino se daba prisa.

-Yo... tengo que irme... algo va mal-

alcanzó a decir, se dio la vuelta y echó a correr, pensando en solo una cosa, en que tenía que encontrar a su Sacrifice lo más pronto posible.

(se fue de acá)